lunes, 2 de mayo de 2011

Marimondas Carnaval de Barranquilla

Marimondas Barrio Abajo





En el barrio Abajo,  una disputa entre marimondas no terminó con muertos sino con más marimondas que  se hicieron llamar las auténticas y las portadoras de la tradición.
Eso sólo pasa en el ambiente carnavalero de Barranquilla, en el que el disfraz denominado marimonda terminó enriquecido y con él, la fiesta de talla internacional reconocida por la Unesco.
La historia es rica en detalles. Resulta que José Ignacio Cassiani Muñoz, Simón Ojeda, Mauro Núñez, Nelson Pozuelo y Teófilo Gutiérrez le dijeron en el año 2000 a César Morales conocido como “Paragüita” que devolviera la comparsa de las marimondas al barrio Abajo porque él la había trasladado a Montecristo, sector vecino, a raíz de la muerte de la madre de Simón.
Cuentan José Ignacio, quien fue Rey Momo del Carnaval en el 2008, y Rafael Gino Jimeno Gual que Paragüitas no hizo caso y se quedó con el grupo folclórico que nació en el año 1983.
En vista de eso, ese año, don Simón no salió con las marimondas. Ni tampoco Mauro Núñez, el coreógrafo original, bailarín profesional y gerente regional del laboratorio Lafrancol. Se armó, entonces el pleito en la comparsa.
Los integrantes de la Rebelión de las Auténticas Marimondas del Barrio Abajo como se llamó la nueva comparsa que surgió a raíz del enfrentamiento como 'Paragüita', dicen que es un hombre muy dominante y que "se cree el único fundador de las marimondas".
Pero el problema de carácter de Paragüita no era lo trascendental,  lo que más los molestó  es que 'Paragüitas' se llevara las marimondas a otro barrio.
José Ignacio Cassiani, conocido como 'El Pavo', electricista, vendedor de antigüedades y músico, no estaba dispuesto a dejar que eso pasara. "Nojoda, hay que recuperar la identidad del Barrio Abajo", se dijo y se fue donde Simón y lo convenció de que montaran una disidencia: La Rebelión de las Marimondas, una comparsa que volvió a los orígenes del saco y pantalón viejos al revés, pero adornado de parches de colores.  A estos dos se les sumó Rafael Gino Jimeno y Mauro Núñez.

Retornaron también al baile, a la buena coreografía, y Núñez se ofreció de nuevo de voluntario. La bronca se les fue en ensayo, en competencia, en aspirar a ganarles a las Marimondas originales en el terreno de juego: el carnaval. Así fue. En 2000 salieron y barrieron: dos congos de oro, mientras las Marimondas no obtuvieron ningún trofeo.
La diferencia también se hizo en número porque las marimondas de Paragüita tenían 150 integrantes y la comparsa La Rebelión arrancó con 250.
“Nuestras marimondas llevan el saco y el pantalón al revés y su pito porque marimonda que no produce el sonido pea pea es un mimo. Además, no nos uniformamos porque cada quien lleva la camisa y el pantalón que quiera y del color que le plazca”, dice “El Pavo” para referirse a las diferencias que tiene su grupo con el de Paragüita.
Una situación que llena de orgullo a “El Pavo” y a Rafael Gino Jimeno es la que se presentó con el comité evaluador que tuvo a su cargo la tarea de declarar el Carnaval de Barranquilla como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
“Uno de los miembros nos preguntaron cuál era la diferencia entre los dos grupos y yo contesté que nosotros conservábamos la tradición en el vestuario y que el de César Morales era la demostración de la evolución y de la estilización porque el vestuario era en tela satín de colores llamativos. Entonces el miembro del comité evaluador dijo que si había que escoger a uno, sería el tradicional porque esa era una condición para la declaratoria. Eso nos enorgulleció”, dijo José Ignacio Cassiani.

 



 Origen del disfraz

 A comienzos del presente siglo, cuando el Carnaval de Barranquilla ya había adquirido fama en la región y el país, un barranquillero decidió disfrazarse no con satín y pedrería, pues su situación económica no se lo permitía, sino con lo que podía encontrar a la mano: ropa, fundas y sacos.
Para lograr su objetivo, se puso un pantalón y una chaqueta al revés, un par de medias a manera de guantes e hizo una careta con saco de harina.
Luego, con las fundas de una vieja almohada, elaboró anillos que los rellenó con esponja para simular unos grandes ojos, una boca y una larga nariz.
Como buen crítico, este nativo no podía dejar de expresar su rechazo al Gobierno que no lo favorecía, así que elaboró una larga corbata para demostrar su antipatía a aquellos funcionarios que sólo van a cobrar sueldo sin laborar. Y como último detalle le elaboró unas orejas inmensas parecidas a las del elefante.

Así nació la marimonda, un disfraz auténticamente barranquillero, mezcla de primate y elefante, que representa el espíritu del hombre nacido en Curramba La Bella: el que le gusta divertirse sanamente, vacilándose a todos y sacándole punta a cualquier situación.
Pero la marimonda no tuvo la acogida esperada, pues en su afán de mofarse de los demás, en especial de la clase dirigente -era eminentemente clasista o, para algunos, un resentido social- hacía gestos vulgares y sonaba un estrepitoso pito, llamado pea pea, desagradable al oído. Precisamente por las reacciones violentas de los demás, que le jalaban las orejas y su larga nariz, la marimonda tuvo que buscar un arma infalible: una varita del árbol de totumo.
Las peleas no se hacían esperar y varias marimondas terminaban sus cuatro días de Carnaval, tras las rejas, no de una jaula, sino de una celda por faltarle el respeto a las autoridades, pero sólo con sus ademanes vulgares, pues no la podían tildar de usar un vocabulario pecaminoso porque por encima de todo, mantenía en su boca el pito con el que se hacía entender.

 

El Barrio Abajo

El Barrio Abajo es uno de los sectores más prolíferos en iniciativas carnavaleras. Allí han surgido numerosas cumbiambas como El Cañonazo, Curramba La Bella, Candela Viva, así como comparsas y  letanías. Además allí se encuentra la Casa del Carnaval, que es la sede de la Fundación organizadora de las fiestas.
De igual forma, en este sector terminan desfiles como  la Guacherna, nocturno que se realiza ocho días antes de los cuatro días de fiesta y el  del Carnaval de los Niños.
También se realizan eventos como Joselito se va con las Cenizas, Noche del Río, Noche de Cumbia, Baile Porro, Pito y Tambó;  y se encuentran organizaciones como la Casa de Hierro, que es sede de eventos culturales y Fundabacanería, por mencionar algunos.
Del Barrio Abajo han salido cuatro reyes momos.
Es por eso que sus moradores quieren que el Barrio Abajo sea declarado zona cultural de la ciudad y distrito carnavalero.



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